Se acaba de publicar un informe titulado «Los libros infantiles y juveniles en España - 2012-2014», elaborado por el Observatorio de la Lectura y el Libro, dependiente del Ministerio de Cultura español (1) Tiene acentos optimistas —«en los últimos años, el libro infantil y juvenil ha experimentado un crecimiento espectacular»—, es un punto exagerado —al menos cuando dice que la calidad del libro infantil y juvenil español es su «sello distintivo»: depende con quién comparemos y depende de qué hablemos—, y no faltan en él frases cautelosas que traslucen dudas.
Pero, más que hablar de los datos que ofrece, comentaré las limitaciones propias de su método —las estadísticas sirven para contar ejemplares vendidos pero no para tratar seriamente so…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.